—

“Luis y yo estábamos en un punto de nuestras vidas en donde lo único que nos faltaba era ese compañero de vida. Así que hicimos lo que todo el mundo está haciendo hoy día: ¡Un perfil en línea! Cuando vimos nuestros perfiles en la plataforma, nos dimos un “me gusta”, pero lo que hizo de esa conexión más especial fue que en nuestra primera conversación nos dimos cuenta de que éramos del mismo país, que hablábamos la misma lengua, que fuimos a la misma universidad, que compartíamos los mismos valores, que teníamos dos hijos, que nos gusta la misma comida, la misma música y nos divertimos de la misma forma. También pudimos ver cuáles eran nuestras diferencias, hablamos sobre ella y las trabajamos para aprender uno del otro y crecer como individuos. Duramos 6 meses conociéndonos por teléfono, tuvimos conversaciones largas e interesantes, nos reímos mucho y descubrimos quienes éramos. Finalmente, cuando nos vimos en persona, él llegó a mi casa y me dijo: “Aquí estoy” con una gran sonrisa. Desde ahí supe que Luís había llegado para quedarse, y ya de eso hace un año y medio. La química entre los dos fue innegable y el amor que sentimos uno por el otro fue más grande que todo lo demás. Hemos compartido mucho como pareja, con nuestros hijos, nuestras familias y nuestros amigos. Hemos viajado, nos hemos cuidado cuando hemos estado enfermos o tristes; también hemos crecido y desarrollado una linda amistad, y el amor que sentimos el uno por el otro ha evolucionado, sabíamos que nos habíamos encontrado y que somos tal para cual. Le damos gracias a Dios por haber cruzado nuestros caminos.”